Es inusual ver a políticos hablando en quechua. A decir verdad, es inusual ver a alguna figura de poder hablando en quechua, siendo esta aún una lengua tan importante para el Perú. La política y el quechua pero ¿por qué? Razones podríamos explorar y muchas podríamos encontrar. Por ejemplo, la masividad del español en nuestro país. Algo que está bien, pero pareciera que algo falta. Y es que, al no quebrarse aún por completo esta barrera lingüística, finalmente nos topamos con un sector que aún no se siente representado por su idioma.
La importancia del quechua en la política del Perú
Pero, claro, la intención de esta inclusión tampoco es forzar una apertura tan solo como recurso político o de propaganda como en algunas oportunidades varios políticos lo han dejado entrever. Por el contrario, se debe tratar de una incorporación natural y amplia para que, a través de diferentes ámbitos políticos, se permita exponer la importancia del quechua teniendo en mente el reconocimiento de estos grupos quechua hablantes. Los cuales, durante tanto tiempo, siempre han deseado formar parte del contexto nacional. Desde señores del campo, pasando por niñas y niños que crecen con el idioma, hasta profesionales arraigados al quechua, es necesario ocuparnos de esta integración cultural que el país tanto necesita.
Un ejemplo de esta iniciativa – dentro de algunos otros que se pueden mencionar – se vio en la juramentación de la congresista María Sumire de Conde, autora de la primera ley para la defensa de derechos lingüísticos. La abogada Cusqueña, al momento de oficializar su cargo, se vio envuelta en una polémica por realizar su juramentación en quechua, su lengua materna. A pesar de haberlo repetido varias veces, y tras duras críticas notorias por parte de sus colegas, se vio obligada a tener que realizarlo en español. Algo fácilmente evitable si se tratase de la conciencia de la importancia del idioma. Una pena realmente grande.
Normalicemos el quechua y seamos parte de él
Si bien existe una iniciativa cada vez más inclusiva y abierta a ámbitos lingüísticos más aceptados, hoy (más que nunca) es necesario que normalicemos el quechua y seamos parte de él. Y, con ello, permitamos que funcione como herramienta para acercarnos a un entorno cultural mucho más rico, empático y apto para todos. Invitamos a nuestros representantes a que formen parte de esto y exista mucho más quechua en política, mucha más inclusión. Queda claro: necesitamos un “Sí, juro” más de lleno de emoción, inclusión y patriotismo. Tal como dijo María Sumiré “Nuestro idioma no lo hablan ni los jueces, ni los fiscales, ni los secretarios. [Pero, poco a poco], ya nos están mirándonos como ciudadanos, ya no nos desprecian.” No hay duda, debemos seguir avanzando.
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Ryu Endo Orosco
Redactor publicitario y creador de contenidos. Estudiante de Ciencias Publicitarias en el Instituto Peruano de Publicidad y constante aprendiz de la comunicación en su variedad de formatos. Además, admirador del arte y cultura en cada una de sus expresiones, perspectivas y desarrollos.