Esta idea ve sus primeros esbozos con Emely Condor, cuando ella era pequeña fue de viaje a Cusco con su mamá y en una de las visitas a los lugares turísticos escuchó a un grupo de señoras hablar una lengua que no entendía, su mamá le explicó que era la lengua nativa de muchos peruanos: el quechua. Esa experiencia le dejó con muchas dudas, ¿Cómo personas de su mismo país hablaban idiomas distintos?, ¿por qué a ella no se lo habían enseñado? ¿dónde podría aprender más de este idioma? Es así como 10 años después, buscó a sus mejores amigas de la universidad y les contó sobre su idea, ellas quedaron encantadas. Así es como Patricia Flores y Fiorella Pretell se unieron al proyecto y juntas fundaron Saphi.